El Gobierno prometió no
meter la tijera en las becas generales, pero ha endurecido las condiciones de
acceso, con lo que se abre otra vía al recorte. El Plan Nacional de Reformas
hecho público ayer establece que los universitarios con beca salario solo se
conservarán si el estudiante aprueba el 100% de los créditos matriculados. Este
tipo de beca incluye el pago de la matrícula y una ayuda mensual y está pensada
para que los hijos de las familias más pobres no dejen los estudios tras
superar la formación obligatoria. El porcentaje en el caso de Ingeniería o
Arquitectura se suaviza al 85%. La nota mínima para acceder a esta ayuda será
un 6. Los cambios entran en vigor el próximo curso.
En general, para acceder
a la condición de becario en primero de carrera es necesaria una nota del 5,5 y
para renovar esta ayuda los estudiantes deben aprobar el 90% de los créditos
matriculados, con excepción de los alumnos de Arquitectura e Ingeniería, que
deben superar el 65% de los créditos.
Hasta ahora se exigía una
media de 5 para obtener la ayuda y la superación del 80% de los créditos para
conservarla, excepto en las Ingenierías, donde es necesario el 60%. Además, no
se becará la segunda matrícula de una misma asignatura, es decir, los
suspensos.
El Ejecutivo también
quiere impulsar la formación profesional y reducir el peso del bachillerato. Su
objetivo es un descenso anual, a partir del próximo curso, un 1,9% el número de
alumnos de bachillerato y suba un 8% el de ciclos formativos de grado medio.
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